Este yogur helado de frambuesa es una alternativa más saludable al helado y es ideal para cualquier ocasión. Puedes servirlo de inmediato o congelarlo en un recipiente hermético. Para un mejor resultado, añade trocitos de frambuesa congelada por encima para disfrutar de diferentes texturas.
- Pon las frambuesas lavadas en un recipiente con tapa y congélalas hasta que la consistencia sea dura. Cuando estén congeladas del todo, ponlas en un procesador de alimentos y tritúralas hasta que queden bien troceadas. Reserva 3-4 cucharadas y guarda el resto en el congelador hasta que sea la hora de servir el yogur helado.
- Pon el yogur griego y la leche condensada en el procesador, y mézclalo todo bien. Las frambuesas congelarán los otros ingredientes, de modo que puedes servir la mezcla tal y como está, si te gusta la textura más cremosa, o bien puedes ponerla en el congelador si prefieres que esté más sólida.
- Sirve bolas del yogur helado, como si fuera un helado convencional, y espolvorea por encima los trocitos de frambuesa.
Nota: Si has puesto el yogur helado en el congelador, acuérdate de sacarlo 5 minutos antes de servirlo para poder hacer bolas fácilmente.