Estas tortitas son ligeras, esponjosas y con todos los beneficios de los arándanos, de modo que son perfectas para desayunar. Se preparan rápidamente y, gracias a la avena y las nueces, te mantendrán con energía toda la mañana.
- Estas tortitas son ligeras, esponjosas y con todos los beneficios de los arándanos, de modo que son perfectas para desayunar. Se preparan rápidamente y, gracias a la avena y las nueces, te mantendrán con energía toda la mañana.
- En primer lugar, prepara la salsa de arándanos. Pon los arándanos en un cazo con el azúcar y 2 cucharadas de agua, y mantén el fuego bajo hasta que estén blandos y almibarados, pero enteros. Mantén el cazo caliente.
- Monta las claras en un bol limpio. En otro recipiente, bate las yemas, la harina, la avena, la leche y el azúcar hasta formar una masa uniforme.
- Añade los arándanos frescos y las nueces, y a continuación las claras montadas.
- Calienta una sartén antiadherente con un poco de aceite. Vierte una cucharada de la masa para hacer pequeñas tortitas. Dóralas unos minutos por cada lado, y mantenlas calientes mientras acabas de prepararlas todas.
- Sírvelas una encima de otra, y decora al final con la salsa de arándanos