Esta tarta de queso no necesita horneado y es muy fácil de preparar. Es la guinda ideal para cualquier comida.
Forra la parte inferior de un molde desmontable de 23 cm de diámetro con papel vegetal. Pon las galletas en un procesador de alimentos y tritúralas. Añade la mantequilla fundida y mézclalo todo hasta que quede una masa compacta. Coloca la masa en el molde y, con ayuda de un vaso o de una cuchara, presiona para que quede plana en el fondo del molde. Mételo en la nevera para que coja consistencia.
Pon las frambuesas en un cazo con la mitad del azúcar glas y llévalo a ebullición. Remueve y aplasta los frutos rojos hasta que se rompan, y deja hervir durante 2-3 minutos para que la mezcla quede muy jugosa. Deja enfriar durante unos minutos y vierte la mezcla en un bol con la ayuda de un colador. Utiliza una espátula flexible o una cuchara ancha, para presionar y obtener la mayor cantidad posible de puré de fruta, eliminando solo las semillas.
Sigue las instrucciones del envase y prepara la cantidad necesaria de gelatina para solidificar 475 ml de líquido. Añade la mitad de esta gelatina al puré de frambuesas, mezcla bien y deja enfriar.
Con una batidora eléctrica, bate el queso crema en un bol. Añade la nata y el azúcar glas restante y continúa batiendo hasta que la mezcla espese y coja cuerpo. Añade la gelatina restante y vuelve a batir hasta que quede completamente integrada.
Para hacer capas de distintas tonalidades, reparte el relleno de la tarta de queso en 3 recipientes distintos. Pon 2 cucharadas de frambuesa en el primero, 6 cucharadas en el segundo y el resto en el tercero. Bate los ingredientes de cada recipiente para que se mezclen bien.
Vierte la mezcla con la tonalidad más clara sobre la base de galleta y extiéndela bien hasta los bordes. Procede de la misma forma con la segunda tonalidad más oscura, y termina con la más oscura de las tres. Deja reposar en la nevera entre 3 y 4 horas para que adquiera consistencia.
Para servirla, retira con cuidado la parte desmontable del molde y usa una espátula para separar el papel vegetal de la base y retocar los lados. Coloca la tarta sobre un bonito plato y decórala con frambuesas, nata montada y otros adornos que te gusten.
